traducido por Pbro. Lic. Carlos Baliña
Así como hay personas fuera de la Iglesia preocupadas por el 2012 y el fin del mundo -que imaginan asociado a desastres ambientales-, también hay una tendencia, dentro de la misma Iglesia, ligada al progresismo (esencial a él, en realidad), que cierra los ojos a la segunda venida de Cristo. Algunos niegan esta verdad de fe y otros hacen de cuenta que no existe.
Así como hay personas fuera de la Iglesia preocupadas por el 2012 y el fin del mundo -que imaginan asociado a desastres ambientales-, también hay una tendencia, dentro de la misma Iglesia, ligada al progresismo (esencial a él, en realidad), que cierra los ojos a la segunda venida de Cristo. Algunos niegan esta verdad de fe y otros hacen de cuenta que no existe.
En 1965, Malcolm Muggeridge (escritor y periodista inglés, convertido al "cristianismo" y recibido en la Iglesia Católica unos años después) dijo lo que sigue en una conferencia:
"Los primeros cristianos ... disfrutaron de la inestimable ventaja de creer que el milenio estaba cerca, lo que les impidió tratar de establecer un régimen de beneficencia en este mundo. Dado el tiempo que disponían, no valía la pena. Tal vez la mejor esperanza de revivir la religión cristiana sería la de convencer al Papa, al arzobispo de Canterbury, y a otros dignatarios de esa clase, que el mundo pronto llegará a su fin. Una tarea difícil, me temo, a pesar de las muchas evidencias que hay en ese sentido."
"Los primeros cristianos ... disfrutaron de la inestimable ventaja de creer que el milenio estaba cerca, lo que les impidió tratar de establecer un régimen de beneficencia en este mundo. Dado el tiempo que disponían, no valía la pena. Tal vez la mejor esperanza de revivir la religión cristiana sería la de convencer al Papa, al arzobispo de Canterbury, y a otros dignatarios de esa clase, que el mundo pronto llegará a su fin. Una tarea difícil, me temo, a pesar de las muchas evidencias que hay en ese sentido."